Desorden

Y si… verdaderamente pasan cosas mientras se va creciendo al ritmo de la panza de la madre, ni hablar después. Cada vez que los saludos se acercan, se multiplican, se potencian, uno se va sensibilizando al punto de saludar al quiosquero y lagrimear.
Ser padre es algo que se comprende de modo increíble, sin tiempo para ver a tu hija como era ayer, porque ya creció otra vez. Mientras todos los días algo que te conmueve, se desprende de lo mas hondo de tu célula pero mas grande, fuera de vos, se ríe, te mira, te estudia, te ama, mientras vos no tenés lugar para confesar mas amor, ni por escrito, ni en fotos, ni .. solo en miradas y cosas que no se pueden describir, vibran en cada cuerpo.
Con Sandra no tenemos mas que emociones cada vez que vemos los mensajes en nuestros correos, o acá mismo. Aquellos momentos difíciles fueron superados gracias a cada uno de los deseos, plegarias, invocaciones, estando con nosotros en todo momento, en las visitas, en los correos, de algún modo. Esos momentos difíciles no pasaron, aún doblegados por tantas cosas por resolver. De todos modos sabemos que el tiempo ira reconstruyendo las deudas con tantos amigos que estuvieron en todo momento de una u otra manera y que aún no aparecen en este lugar, pero que están muy dentro nuestro.
Pronto iremos actualizando y contando cosas que en definitiva tienen una vida para contarse
Hoy estamos en casa, luchando contra burocracias y enfermeras que las proveen de losremates del tren fantasma del Ital Park, aquellas atenciones de la trinidad son el lujo soñado, solo que en ese momento casi ni lo comprendíamos, hoy lo añoramos, lo extrañamos.
Más allá de eso, con la felicidad de estar nuevamente en casa, mirándonos, reconociéndonos con este nuevo amor.