sábado, 10 de septiembre de 2011

Escencial

Voy a tener que escribir u poco más seguido. Como se cuenta el regreso de un viaje cuando pasaron tantas cosas? Simplemente el viaje pasa y sólo queda lo que en el alma se absorbe. Llámese Pedro, llámese Paula, llámese como se llame la cara de la luz fue ella, la misma brillante aspa que sacudió al alma, ya no sé si la mía, la de quién de nosotros más que cualquiera, y como siempre nada es muy importante, o tan sólido, o tan invencible, salvo ese mundo donde viven los ángeles que sólo a veces, visitamos, y unos pocos solo mucho más que yo, y el resto mucho más aún.


Lo esencial ya lo había descripto El Principito, pero es lo único que se ve en un momento complicado, como cuando te vas de vacaciones, donde uno piensa muchas veces que lo hace volver a la ciudad? en un momento complicado quizás uno piense ¿que otras cosas debo tener? Si con esa esencialidad, con esa elemental armonía nutro mis sueños, mi debilidad, o mi angustia cuando el mundo se me cae.