miércoles, 29 de diciembre de 2010

Golpe a golpe....

   Que pasa que los dos polos tienen varias formas de encararlos, esos polos son la esencia misma de esta vida, al menos en este mundo. El ir y venir de uno a otro son la mayoría del tiempo, en él pasamos, en estados normales, largos recorridos entre el negativo y el positivo. Los ánimos cambiantes, los ánimos cruzados, los que se quedan estacionados y los que vagabundean entre las puntas pareciera que son como personalidades que se diferencian entre si, por suerte, y que decir de nosotros, tus padres, en estas navidades, llegaron a los golpes, los ánimos tropezados de tanto vaqueteo. Fue como un boxeador al que poco a poco lo van gastando los golpes ring tras ring, no caen, pero están cerca, casi al borde de lo que nunca parece la batalla final, sino una especie de golpiza en la que no se puede ver cuantos golpes pudimos dar nosotros, sólo esquivamos, arqueamos, levantamos la guardia cuando se puede y el otro cuando puede lanza un golpe, dos o los que diablo puede dar, ese ir y venir no nos deja hoy ver mucho donde estamos parados, pero el dolor de estos últimos meses, lágrimas en caída libre y sensaciones de no llegar nunca a donde no sabemos donde tampoco, pero sentir que nos quedamos a mitad de camino a cada momento.
    El cansancio, el desorden y el descontrol administrativo nos atormentan, ya no es sueño de las noche de bebé, es sueño y agotamiento de no poder detener tanta versión de un solo polo, tantas noticias de un solo mundo parcial y pedregoso. Uno puede con tanto golpes, pero estaría bueno que suene la campana aunque sea dos minutos.
   Si bajo o no de ring no lo se, menos se en que condiciones, se que las de hoy dejan afuera casi cualquier atisbo de poesía, de inspiración y de entusiasmo, siento mucho dejar fuera este espacio por el tiempo que sea necesario, pero para mi es importante aterrizar aquí de uno u otro modo, y desde hace tiempo que pareciera que no puedo, que mis palabras están abolladas con la cara del boxeador, que las oraciones salieron disparadas con tremendas sacudidas a un lado y al otro de mi contrincante… quién es mi contrincante? Es un grandote que intensifica los caminos rituales, los rutinarios, los que amasan chicos para dejarlos listos al futuro, a su futuro, el que sale por la tele supongo. Es un grandote que va moldeando con infinidad de recursos la imaginación, a través de medicación, de información, de comida y de costumbres una manera de ser social que infecta todo lo que toca, a punto tal que la identificación y ser parte implica ser un infectado, y sea cual sea tu condición si estás donde casi pocos quedan…. Te sentirás un infectado, un desmembrado.
   Todos te mirarán raro y llega un punto en que te cansás para que eso no pase, querés reírte, querés dejar de sentir que no sabés que pasó ayer en gran hermano, que no sabés los nombres y que no sabés las reglas, que no te entusiasma ver gente tomando sol…. Que no te entusiasma ver gente saliendo de los consultorios con las pastillas y antibióticos pro hombre.
   Los problemas que cursamos son el arma no de nosotros, son del contrincante, del gran hombre, del polo opuesto, de quién de alguna manera todo el y tiempo nos dice que tan mal nos puede ir, hasta que punto final podemos llegar, en picada de Ferrari las miserias humanas se arremolinan en todo lo que ven nuestros ojos, y las dificultades se transforman en pesadillas que son las que hoy pintan los ojos nuestros.
   No se si nos mantenemos sanos en el ring, la verdad es que no lo se, tampoco se si realmente estamos en competencia, pero si se que ella sonríe y conoce este mundo, como lo vive, como lo conoció desde aquel 11 de febrero de 2008, que se lo conté casi textual, según mis palabras, claro, y que todo lo que quedó en el camino fue, se quedó, se perdió, lo que hay es su sonrisa reemplazando ese equipaje, quizás no me toque una gran fiesta, quizás no nos toque una gran noche de pasión, quizás solo una cosa remplaza las otras y esta sea una mas, donde ella dirá como hacer con estas herramientas para seguir en pié, hasta la última campana, ese balance será individual, lo que el juez diga no será ya mi tema, me importará que esa noche, y de allí en mas, mi sueño sea en paz, sabiendo que algún golpe pude dar, que algo de esta vida supe entender.
   

domingo, 12 de diciembre de 2010

El tren Rosa

Tanto tiempo sin palabras es una evidencia fuerte de los trastornos a la tranquilidad y el tiempo sin momentos. Las excusas temporales son sólo eso y poco importan, poco determinan un giro a la línea corriente que rueda sin miramientos, como sobradora de cualquier argumento.
   Este fin de año fue, es, posiblemente un mérito mas, un balance que te involucra dentro de aquellos tildes mas importantes, porqué? Porque fueron las determinaciones que tuvimos las que sin saber donde nos deja exactamente lo que si nos dice es que si nos equivocamos no fue mas de ese margen común, promedio, aunque para llegar a ese lugar las fichas que se jugaron y se debieron mover no son ni por lejos el promedio, los valores que debimos determinar no son sino móviles demasiado grandes para hacerlos en tan poco período de tiempo. Tu fin de año en la casita de chicos jugando y estimulando tus potenciales virtudes son quizás parte de esa evidencia, el resto será resto, será parte de otro momento, hoy sólo me quiero quedar mirando esa foto, la de tu cierre en medio de un mundo plagado de magia y compartiendo tus dificultades, tus reinados y tus virtudes.