Si, si. Quizás a veces sea sólo cuestión de cambiar las fórmulas y de intentar caminos diferentes. Esta vez bajo presión y con los vientos cruzados revertimos una nueva tendencia nociva de Luna, cuestión de intentar lo que parece que es sólo eso, cuestión de probar. Su alimento, sus ritmos lejanos a lo que otros chicos tienen debía parecer eso, algo un poco mas normal, de modo que ella se acomodó de inmediato y su ánimo es otro, diferente, es entonces cuando me pregunto… como no haberlo pensado antes!! Pero así será siempre, me puedo carcomer las manos, los dedos y en las noches de trabajo pisarme en la sombra de las preguntas sin respuesta, mientras la música de los eventos truena a lo lejos en una soledad de puntos suspensivos. No tengo ni la más mínima de las respuestas, o bien las tengo todas sin que nadie me las pueda chequear.
Hoy Luna está creciendo divinamente, juega en los paseos de la plaza con su mamá y algunas vueltas con las abuelas que bastante ayuda dan, nosotros de algún modo miramos como tantas cosas quedan por hacer entre las sonrisas impagables de nuestra hija y las imitaciones que hablan de su humor insaciable, no siempre hay inspiración, tiempo, o cosas que contar, no siempre puedo estar al tanto de lo que en el blog actualicé y por eso es que a veces pasa mas tiempo, pero no me olvidé ni dejo de leer una y otra vez los mensajes de todos lo que allí van grabándose. Luna tendrá el segundo tomo de un regalo futuro cuando vea impreso cada una de las entradas de este blog, incluyendo sus comentarios. Por lo tanto amiguitos, tías tíos y todo quién escriba acá sepa que mas allá que Internet pueda hacer alguna mala pasada todo está en un hermoso back-up, listo para imprimirse alguna vez.
Ok, deberé llevar mi cámara para no perder aquellas fotos que me confiscan los autores, por salir despeinadas, desarregladas, no favorecidas o bién bajo el dicho "mirá como me veo!", por eso no podemos poner mas que la única foto que Andrea nos proveyó de las docenas en las que ella aparece. Como siempre el autor está en una especie de aura que entorna el espíritu de la foto, mucho mas lejana que lo que el encuadre contiene, por eso, imaginemos en ella la tia Andrea, a cualquiera de los 70 invitados, a su sobrino que cumplía años y los que tengan mas imaginación a todos ellos. Felicitaciones!!
