viernes, 21 de agosto de 2009

Brindis




Nuestra incursión por Córdoba era el aire que necesitábamos para ir frontalmente a una nueva ronda de análisis. Sólo de pensarlo ya nuestro ánimo era aplanado, veníamos posponiendo esta ronda desde hacía varias semanas, excusas varias eran el motor, pero era imposible continuarlo. Si lo seguíamos posponiendo era con una buena excusa, irnos a córdoba por ejemplo.
La apuesta era que ese viaje Luna te daría un impulso anímico que podría modificar tus valores internos. Y pareciera que funcionó. Lo cierto es que volviste a sorprender, que después de tanto buscar algo parecido a esto lo conseguiste, festejamos, brindamos, y continuamos.






No tan lejos, y formando parte de la lista de amigos, tías autoconvocadas, y ocasionales conocidos en fiestas de cumpleaños Jessica hizo lo propio con su aniversario de nacimiento numero xx, Hermana, sobrinos y amigos presentes aún viviendo en la lejanía del planeta, excusa ideal para que los amigos se encuentren.

sábado, 15 de agosto de 2009

Noches en tu nombre


En cada noche se encendían como ramos de flores las luces de la estela galáctica, nos acercábamos sin querer a los pasillos de un mundo donde la única razón es la fuente de energía que la fundó, sin mas, sin explicación, creciendo poco a poco hasta que casi no podamos mirar atrás, de tanto recorrido.
El mundo repleto de inequidades me regalaba este pequeño espacio, contemplándote incansable, bañándome de admiración que parece tan infinita como la lejanía de esas noches que se ven desde donde estaba, de paseo en Córdoba.
La noche no tiene dueños, no tiene fin ni creador, es un sueño que se ve oscuro, está iluminado por infinita cantidad de astros, se ve, no se puede tocar, te deja transportar, nos lleva incansables por la demonizada y laberíntica curva de lo inesperado, feliz de los inesperado, colmado entre tanta lujuria regalada. Así te veo hoy, así estoy hoy, viéndote libre, gozando de este calor, olvidando pronto los fríos pasillos, para volverte a sumergir en la lluvia de la noche.
Tu nombre hace gala en este lugar, escondida, reina, prendida como brújula monumental, regalo mágico entre marinos plateados y amores ebrios, tu nombre hace poesía entre la inmensidad que te espera, tu contacto es lazo entre las olas y la arena, el impulso invisible de tu presencia en algún lugar, llevando y trayendo el agua de tus océanos, tu imán es la energía que nos atrae, envuelta en tus ojos que de madre lleva lazos tan extensos como de la tierra al sol.
Este tiempo en Córdoba me dejó reír, mirar, encontrar, no se como sigue la historia, se como fue, y en diferentes partes leyendas y mitos, me veo yo, te veo allí, mía, Luna, brillante.
Sos Luna entre tu misterio, magia, lejanía y compañía, sos luna entre tanta magnificencia, pero nuestra, cercana. Tiene la historia de nuestra vida, en sus genes están los nuestros, en los tuyos, en tu vida está lo escrito y mas aún… lo no escrito, lo oculto, lo mágico, lo incomprendido y lo no visto, lo brujo y lo inspirador.
Sos Luna porque este momento lo ilumina, lo ve, lo rodea. Porque se despeina, se desarregla y está locuaz, contestataria, creciente, de desgarra y se cura, sos la foto, el viaje y el recuerdo al final del muelle, sos el desierto y la llanura, el volcán, el agua, la mirada vikinga y la poesía Maya, sos la sutil dinastía y la bravura nativa, sos Luna, mi Luna.

jueves, 13 de agosto de 2009

Córdoba Córdoba.











Y después de tanto pensarlo el auto fue nuestro hogar por unos días. La emoción de viajar, de flamear por la ruta “pensando en nada”, o quizás con todo a la vez. Tango, Luna, tu mamá y yo partimos sin aviones ni aeropuertos, con el auto desmoronado de cosas desparramadas, con el aroma de un perro pasado de semanas sumando tierra, música por doquier, ganas de llegar lejos de acá.
Que emoción es encontrar la columna vertebral cuando ya ni la recordábamos, no salir, no llegar, no esperar, sólo mirar el cielo abierto, las noches luminosas, tocar el aire, mirar los patos, los caballos, y a Luna como abrís el mundo con cada cosa, cada movimiento.
Horas y horas tirado en la tierra, mamá leyendo, vos mirando, los animales dando vueltas y sin nada que hacer, salvo gozar de tu poesía, de la que me regalabas cada vez que me mirabas, de esa que me pregunta y me muestra, pero con los ojos tan abiertos como penetrantes, al fin y al cabo terminará el acto con una sonrisa, sabiendo que todo esto es para disfrutar, seguirás con tu admiración del paisaje hasta que vuelvas a preguntar.

martes, 4 de agosto de 2009

Sol, M.Emilia, Bianca y Luna

Sus hijas son ellas, las que se ven en fotos, quienes no se ven son sus madres, las que años atrás subían las montañas queriendo ver las ilusiones de hoy, llegaron tan alto en aquellos años que hoy los sueños se ven en fotos, y algunas fotos mas que no están. Soñaron al punto que hoy las canciones de los fogones siguieron sonando, mientras giraban las fotos viejas, los chicos dormitaban en la madrugada (aunque Luna se resistió heroicamente).
Ellas son las hijas de aquellos caminos interminables en montañas de curvas incongruentes, ellas eran el combustible para que hoy quede tanto para comentar, recordar, a fuego constante, ya en casa, mirándolos crecer.