miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sonrisa cálida


Más allá de cada comentario, de cada dato, de cada parámetro electrónico es ella con sus caras la que nos da su estado, su deseo. Sonó el teléfono y Sandra me lo dijo: en su baño con Alejandra, (la primera enfermera que alguna vez la baño a los días de nacer), Luna cambió de actitud y su sonrisa volvio mientras Sandra, la mamá la acompañó y en esos juegos que a Luna le gustan su sonrisa volvió a dibujarse mirando a todos extrañada de los festejos.
Yo seguí con mis fotos, mi alma estaba renovada, ese mensaje fue dibujando las notas nuevas, Alejandra, con su ángel de voz clara, y la mamá, de sonrisa que rodeaba su propia cara y mas también veian como Luna comenzaba su recuperación.
Nuestro poco tiempo de sueño lo hace despierto cuando Luna festeja cada movimiento, mira, observa, gira su mirada cuando alguien entra en la escena, se divierte y canta, charla sola, acompañada y sacude sus juguetes, habíamos extrañado a esa nena que activa siempre nos derrama placer.
La vimos dolida, y nos habíamos encontrado perdidos. Cuanto de todo esto debería comentar sobre los amores que de Luna cuidan, alla en la clínica, los médicos y enfermeros sacuden un poco ese desorden integral para dejarlo nuevamente en nuestras manos, todo esto que vimos suceder no ocurre con aparatos y objetos que ayuden a medir, a cuidar, se sostiene con la pasión que quienes la tienen la emplean entre las galerías de la clínica, en las habitaciones con los pacientes, a solas con sus colegas. Ellos van ordenando el rompecabezas poco a poco con esa sensación de que no sólo cuidan de Luna, sino que de nosotros hacen pisar donde mejor nos encontremos, conocen los caminos y lo conducen de manera tal que nosotros, los padres, soltamos la conducción de esta nave para que se reoriente nuevamente. Pocas veces se los ve alicaídos o menos aún de seño fruncido, se los ve cuando hay que verlos y en verdad que poco hay que se pueda hacer para poder agradecer, uno verdaderamente extraña sus voces no como el mal momento de una pasada difícil por un sanatorio, sino como las de aquellas personas que nos dejaron acompañar este tramo conociendo personas divinas, por momentos haciendo olvidar los tramos de sueño, lágrimas, cansancio y desorientación.
Nos sabemos cuando es el final de nuestra pasada por el sanatorio, Luna salió de terapia, espera por algunos nuevos estudios y su metabolismo dirá como sigue esta historia.

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