Siete días en casa

Hace una semana que Luna volvió a casa, el desorden, el orden es siempre relativo, nada está donde debe, o si, lo que mas importa es que ella de sol a sol, la luna es ella y esta todo donde debe, lo demás poco importa, si se caen las bolsas, si el campo arremete con su soberbia, si … tantas cosas, ella aprende cada cosa para estudiarla, descartarla y en caso de aprobarla un pase mágico lo instaura en su repertorio de recursos para diferentes ocasiones.
Llegan los ocho meses, llegan de la mejor manera, no nos olvidamos de su tío Ariel que desde los llamados y desde el blog nos mantiene en contacto, saludando a ella y todos los amigos, ni de Paula y Mariano, que desde siempre y desde su nueva composición familiar postergó lo que era una constante entre las partes, Lola será tan bella como imaginamos? Quizás mas, ya la conoceremos Paula, Mariano. A veces las amistades tienen una cornisa indistinguible, acostumbrado a polarizar las circunstancias comprendí que son mis amistades, las nuestras aquellas que componen una familia, que la familia a mi manera de ver no pasa por lazos de documento, ni de apellidos, son los que están, y no por la presencia, sino por los sueños, los pensamientos, los recursos que uno emplea para comprenderlos, apoyarlos y acompañarlos, eso no siempre es una tarea, es involuntario, lo dicta el corazón. (Esa familia no la voy a querer cambiar ahora, ya sabes porque)
Sandra y Denise también siempre quieren estar, están, y Luna lo sabe. Las visitas de Jessica siempre fueron postergadas en momentos donde Luna estaba a poco de caer en su internacion segunda, o cuando esos momentos previos eran invisitables. Solo acordaba que no quería dejar pasar momentos en los que no recordara a quienes también estuvieron en cada plegaria, en cada pensamiento del origen que fuera, para que hoy pudiera no tener que contar sobre lágrimas o noches de insomnio. También a ellos gracias, y a quienes postergan las ganas de mirar nuevas fotos, ya vendrán, besos de aquella Luna que chorrea luz de catedral en alta mar, que ilumina de escondidas en los días de luz, del derecho o del revés.