Mamá Sandra

Pasaron ocho meses desde que Luna nació, creo que además de ver como sucedían tantas cosas que por este medio conté, y además de ver como crecía Luna, también descubrí mucha gente que no conocía, y más también. Otras tantas que olvide conocer.

Sin embargo a la par de Luna, también nosotros fuimos cambiando desde aquel 11 de Febrero, vimos como nos equivocamos en tantas cosas cuando veíamos a otros chicos nacer y crecer. La maquinaria emocional se desfigura sobre cada nuevo amanecer, maduran a tal ritmo las enseñanzas de una hija que suelo pensar que tan poco había crecido en estos años como para no comprender como llega ella a mi.
Sin embargo también pasaron otras cosas, como ver a una madre hacerse madre con el correr de los días, no se desde que día, pero fue antes de ese nacimiento, quizás cuando Luna comenzó a llamar y un libro se comenzó a escribir, ese que algún día recibirá y que pude escribir, ese que dedicatorias tiene hasta de los amigos y los seres mas queridos.
Mamá fue creciendo con los días, por las noches de fiesta solíamos encontrarnos entre amigos, la casa con los de siempre, vinos de los ricos y música de la que nos gusta, viajábamos a lugares desconocidos y de los conocidos, nos relajábamos en vagones de tren esquivando el guarda no por falta de boletos.
Vimos las montañas, los llanos y los desiertos, la gente y la falta de gente, pero mamá de pronto transformó sus ojos, esos que fuertes son para cautivar desde el instante cero, que amenazaron y cumplieron con ser aquellos que ningún otro paisaje poseería, ni antes ni después de conocerla. Sus ojos se transformaron en aquellos que hablan más de lo comprensible, mas de los que el viento acapara, redobla las corrientes de los océanos y su sutileza adquiere un idioma que se reinventa entre Luna y ella. La mamá es madre y ya tiene un idioma que solo de madre se comprende, de hija se entiende y se contesta
La mamá de mi hija es quién posee esos ojos que abrazan a Luna y su novio, que se transforma de amante a madre, de madre a novia ,de madre a madre, que no baja del tren, que subió más carga y sin embargo también más ternura.
El brillo de sus ojos son la señal, la voz nueva parte de sus medios, en la paz de sus manos aquella paciencia, y de cada nuevo sueño las esperanzas, Luna es la magia de su mamá, su mamá es el perfume de Luna y si mi amor no tiene límites es porque no veo donde termina su belleza.

De solo imaginarla cuando los ojos dan paso a mi emoción una lluvia de químicas transformaciones invaden mas allá de mi propio cuerpo, podría congelar esas lágrimas y con el tiempo regar algún jardín, alcauciles, plantas, bosques y selvas crecerían ya que mis lágrimas nacieron de pensar en ella, la nueva mamá, la que me emociona de ver, soñar, querer, amar y tanto mas.
No importa quien, Luna y yo, Tango y nosotros tres te decimos que te amamos, que seas amante, novia, paseadora de perro, ama de casa, estudiante, artista o secreto de piel, sos a quien amamos, deseamos y necesitamos.

Feliz día de la madre, mamá sos, también.

A todas las madres mi beso, las de siempre y las que crecen nuevas en este rol, nuevo rol.