Necesitaría poder escribir en el aire, mientras paseo a Tango, para que ese tiempo no se diluya entre tareas que nunca se cuales son, pero que nos comen el día, día tras día, y todos los días.
Necesitaría encontrar donde quedó lo nuestro, dónde lo ajeno, dónde estábamos porque es difícil encontrarnos, al menos yo salto entre disímiles imágenes que aspiran la belleza de Luna, se complace de los abrazos, los que me desbordan cuando comprendo lo que significa estar en este momento, con ellas, con el disfrute desbordante de una hija que de tan luminosa me hace tocar el amor, empapar un canasto de ese viento que sus ojos heredados hacen de la historia la ciencia mas palpable, para abrigarme entre tanto por comprender, entre su hermosura, entre su esfuerzo por intentar comprender…
También es cierto que las dificultades a veces se nos ponen encima, nos golpean cuando no queda tiempo de solucionar casi nada, pero es cuestión de tratar de comprender que ocupa cada cosa, entonces no importa si el mundo se viene abajo…
Esos únicos momentos, entre los lagos, entre las cosas nuevas, todas nuevas, todas parte de algo que se construye y que se donde continúa, forma parte de un armazón que se ilumina a si mismo, donde verte Luna significa que me irradiás con tu calor, con tu inocencia y también con tu paciencia. Esos ojos lunares, amazónicos, inundan mi cuerpo cada momento, después de ver como tu mirada goza de cada paisaje nuevo, todos son nuevos, me devolvés un nuevo signo de admiración para que busque uno nuevo donde mirarte, un nuevo planetario, un nuevo lago o amigos de otro lado.
Si me siento orgulloso de algo es de tu noche cuando me cansa el sol, si de algo me inundo cada día es de tu luz cuando veo tus ojos brillando cada nuevo día, tus esfuerzos por superar cada etapa, por entender como es que hay que hacer para que un nuevo aplauso premie tu diálogo, tu paciencia por esperar cuando estoy sólo, y esperás a que pueda volverte a charlar, mientras toneladas de fotos esperan ser tratadas, entre clientes y mas clientes.
Necesitaría encontrar donde quedó lo nuestro, dónde lo ajeno, dónde estábamos porque es difícil encontrarnos, al menos yo salto entre disímiles imágenes que aspiran la belleza de Luna, se complace de los abrazos, los que me desbordan cuando comprendo lo que significa estar en este momento, con ellas, con el disfrute desbordante de una hija que de tan luminosa me hace tocar el amor, empapar un canasto de ese viento que sus ojos heredados hacen de la historia la ciencia mas palpable, para abrigarme entre tanto por comprender, entre su hermosura, entre su esfuerzo por intentar comprender…
También es cierto que las dificultades a veces se nos ponen encima, nos golpean cuando no queda tiempo de solucionar casi nada, pero es cuestión de tratar de comprender que ocupa cada cosa, entonces no importa si el mundo se viene abajo…
Esos únicos momentos, entre los lagos, entre las cosas nuevas, todas nuevas, todas parte de algo que se construye y que se donde continúa, forma parte de un armazón que se ilumina a si mismo, donde verte Luna significa que me irradiás con tu calor, con tu inocencia y también con tu paciencia. Esos ojos lunares, amazónicos, inundan mi cuerpo cada momento, después de ver como tu mirada goza de cada paisaje nuevo, todos son nuevos, me devolvés un nuevo signo de admiración para que busque uno nuevo donde mirarte, un nuevo planetario, un nuevo lago o amigos de otro lado.
Si me siento orgulloso de algo es de tu noche cuando me cansa el sol, si de algo me inundo cada día es de tu luz cuando veo tus ojos brillando cada nuevo día, tus esfuerzos por superar cada etapa, por entender como es que hay que hacer para que un nuevo aplauso premie tu diálogo, tu paciencia por esperar cuando estoy sólo, y esperás a que pueda volverte a charlar, mientras toneladas de fotos esperan ser tratadas, entre clientes y mas clientes.
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