Finalmente fuimos a ver al doctor, me sentí igual a cuando iba a rendir examen, en la secundaria, sin saber nada, sólo iba muchas de aquellas veces para que parezca que lo intenté, pero a sabiendas que la pregunta que viniera era para sacudirme sin manera de esquivar el golpe. De todos modos lo que más me dolía, o a lo que mas temor le tenía era a volver a casa, explicar que mas adelante podría con el examen. Esas sensaciones de estar en desventaja, aún antes de partir…. Quizás había sido un golpe bajo ver los resultados, Luna estabas tan radiante esos días que cuesta entender como funciona el equilibrio. Las chances de poder revertir esta situación Luna, existen, aún perdiendo como perdemos, aún con lo que muchos nos sentencien.
Como si poco fuera al llegar de allá nos invadieron mas bichos, tu bronqueolítis nos desanimó, nos quité de pista con un tema que no estaba en el guión, pero los tres, a fuerza de quién sabe donde pudimos dar vuelta todo sin tener que pasar por la clínica como veces anteriores, Liliana, Gastón, Lore, y nosotros tres, con la paciencia de el Sr. Tango hoy pareciera que salís de allí, de tanta congestión, de tanta tos, dificultades para respirar y cansancio que soportar, entre fiebre, y un desfile de opinadotes profesionales.
Siempre tu sonrisa pudo escapar de tu estado febril, siempre un “mamá” que daba señales de valor, fuerza o mucho corazón, siempre una para que nosotros, tus padres pudieran saber que pronto saldrías de allí.