Nuevas corrientes.

No siempre podemos con todo, el aire enrarecido arremolina los destinos, los destinos de esos días, abruptamente como cambios de clima repentinos puede desbarrancarse lo que lleva tanto tiempo construir, y es que sin darnos cuenta cada día construimos un castillo de naipes que rara vez llega a la noche intacta, siempre algún soplido, por minúsculo que parezca es capaz de desbarrancar algunos pisos. Ni hablar si ese soplido viene sólido y un poco, solo un poco eficaz.

A veces confundimos el clima con la mismísima provocación con patente identificadora a nombre Luna Oceánica, la misma artífice de tantos estados de ánimo a veces también es la misma que en sus estados de ánimo tiene listado poner a prueba a sus padres, su pediatra, su terapeuta y a Tango al mismo tiempo, y barbaridades que logra ciertamente, complicaciones que establece, partidas nuevas que determina…. Contracara de aquella Luna que divierte, enamora, levanta el ánimo y asombra. Pocas ganas, fiebre, desánimo, llanto, caprichos y desafíos con aire provocador son parte de la nomina de partida, aunque matizada con un malestar que tiene derecho a tener.

      Luna, Luna…noches de palabras cantos y corrientes de azul profundo, aires en bocanadas frías y perdidos buques de destinos inciertos, puntos blancos en nubes de estrellas, estelares en sábanas lejanas, intocables, legendarias protagonistas de viajes de antaño… Luna, Luna Luna… que viajes que tenemos desde que Luna tenemos….