viernes, 6 de abril de 2012

"Mamá...sos una mamá feliz?"

Siempre buscando los momentos para que el cruce de palabras sea de una u otra manera referido a las cosas que pasan, y pasan siempre por esa pequeña que va y viene como un altoparlante entre habitaciones y las piernas de los habitantes mas altos de esta propiedad, pregunta, deduce y repregunta, comenta y analiza los pormenores mas variados, Luna se llama ella nos pone a prueba todo el día entre diferentes desafíos, prácticos, orales y filosóficos, como fue que de golpe pasó… pasó de golpe para nosotros, no importa ni en lo mas remoto si antes o después de alguien, fue para nosotros, en un marco de angustias, felicidad y empuje permanente, donde siempre una pata apoya el resto, y se desbalancea, se complica y hasta se altera, pero siempre un pié sostuvo el otro, como parte de una prueba, (en miles), de amor. Es que si uno de los dos manifiesta dolor, incertidumbre o angustia por escuchar adversas opiniones, descuidos o sentencias, vengan de donde vengan, el otro irremediablemente debe sostener esa situación, debe cuidar de su abismo, de la compleja tormenta, aunque no sepa, aunque no pueda…puede, y así es desde siempre, y desde ahora mas.


Los cambios, las novedades, los momento de tránsito vertiginoso son los que hoy nos mueven, Pedro, Alejandro, y claro…Paula, son los que nos dan argumentos para saber que hay mucho por agradecer en la vida, mientras Luna sigue pasando entre nuestras piernas y busca ponerse de pié, hay cosas que no pueden transcribirse, sensaciones que de la misma manera que vemos a Luna como busca mágicamente cosas, horizontes nuevos y deja detrás los viejos para no retomarlos nunca más, con esa celeridad están quienes nos dicen amor, simplemente y nada más, sin monedas, sin planteos, sin más que la sola sensación de saber que respirás, ser consciente y gozar de cada vez que respirás, como la canción.

Los debates permanentes de cómo y con quién hablar, los constantes arreglos de terapia, de amigos, de desconocidos amigos y de gente que se nos cruza son constantes situaciones en un centro de mesa, entre mates y despertares diarios, una especie de maduración siempre entrante, como la escalera de un subte que nunca deja de andar, con mas o menos gente esto es igual, con mas o menos temas…pero nunca deja de andar. Convencidos de lo que Luna vino a hacer a esta pareja nos preguntamos una y otra vez como es que eso puede ser, como tan pequeña logra hacernos reveer temas que sólo podrían venir de…quién?, esta abrumadora diaria cotidianeidad nos acostumbró al vértigo de cosas por hacer, y mientras ella pasa como si nada por entre nosotros, gateando y paradita ya, nos pregunta como resolver las respuestas. Papá…sos feliz?

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