Los cambios, las novedades, los momento de tránsito vertiginoso son los que hoy nos mueven, Pedro, Alejandro, y claro…Paula, son los que nos dan argumentos para saber que hay mucho por agradecer en la vida, mientras Luna sigue pasando entre nuestras piernas y busca ponerse de pié, hay cosas que no pueden transcribirse, sensaciones que de la misma manera que vemos a Luna como busca mágicamente cosas, horizontes nuevos y deja detrás los viejos para no retomarlos nunca más, con esa celeridad están quienes nos dicen amor, simplemente y nada más, sin monedas, sin planteos, sin más que la sola sensación de saber que respirás, ser consciente y gozar de cada vez que respirás, como la canción.
Los debates permanentes de cómo y con quién hablar, los constantes arreglos de terapia, de amigos, de desconocidos amigos y de gente que se nos cruza son constantes situaciones en un centro de mesa, entre mates y despertares diarios, una especie de maduración siempre entrante, como la escalera de un subte que nunca deja de andar, con mas o menos gente esto es igual, con mas o menos temas…pero nunca deja de andar. Convencidos de lo que Luna vino a hacer a esta pareja nos preguntamos una y otra vez como es que eso puede ser, como tan pequeña logra hacernos reveer temas que sólo podrían venir de…quién?, esta abrumadora diaria cotidianeidad nos acostumbró al vértigo de cosas por hacer, y mientras ella pasa como si nada por entre nosotros, gateando y paradita ya, nos pregunta como resolver las respuestas. Papá…sos feliz?
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