miércoles, 19 de junio de 2013

Sobre ángeles, casualidades, dioses y milagros. (2)

Como destinado a que así debía suceder, sin explicación ni anticipo de un final de película, de un desenlace donde un ángel se deposita sobre mi cabeza buscando que me dé cuenta que algo estaba haciendo mal, aunque era como una última oportunidad. Era un ángel, un dios…quizás era la intuición de saber que siempre debía haber un plan B, aunque la verdad eso es más de una trama de El Padrino que de un pequeño niño de primaria, en años donde la tecnología era apenas una palabra que ni en los diarios se anunciaba.
   Lo cierto es que mi abuela, por aquellos años me había regalado un grabador, un radiograbador, de esos que nadie hasta entonces tenía, al menos nadie de mis compañeros de cuarto grado, y yo comenzaba a darle rienda suelta a mi imaginación con él, plateado y de dos parlantes, grabábamos radionovelas con mis amigos de los cuales yo era el jefe de casting, productor, guionista técnico de sonido y editor final, también actor. Aun conservo alguna de aquellas cintas. Pero alguna vez con la complicidad de todo el aula haríamos la gran travesura, la más grande de aquellas épocas, la que de ser descubiertos nos condenarían, sobre todo a mi, a la peor de las penitencias imaginarias. Grabaríamos a la profesora en una clase de biología, nada. Pero era para nosotros la gran aventura. Pusimos el grabador delante, lo tapamos con camperas y allí nos predispusimos… lo cierto es que pudimos grabar la clase que sin saberlo fue un testimonio valiosísimo que cobró valor con los años, como lo es hoy. Nosotros hicimos de aquella aventura una clase agradable, llena de tensiones, aunque era la más inocente jugada.
   Siempre los domingos a la anoche recordaba mis tareas pendientes para el lunes por la mañana y como cada semana…no tenía nada hecho, es más…un escalofrío inundó mi cuerpo al razonar, sucio de jugar a la pelota, con sueño de haber comido…que tenía una clase especial…que yo era parte del equipo a exponer, que no recordaba que tenía que hacer…. Que no tenía los cuadernos por dejarlos en lo de un amigo y el horario no era para ir a buscarlo…ni llamar por teléfono….que ese lunes sería fatídico… que mis horas estaban contadas…que una vez más un aplazo me condenaría el año….otro aplazo…roja directa. …allí, justo allí algún ángel, ese ángel sobrevoló mi habitación repleta de tensión…me mostró el grabador, me sonrió la vida y me lo mostró…. Allí anidaba mi solución…la clase estaba grabada, en el casete estaba mi baño de agua caliente, tibia o la que fuera…salvando mi lunes con el simple acto de escuchar ese bendito casete.. allí la maestra daba las consignas y decía claramente…”Tavcar, usted prepare clima y geografía de la Patagonia Argentina, Cossentino prepare..”, fui el mas grande sin que nadie lo supiera, el que nadie derrota, un ganador, el mejor… el ángel me sonrió, ok, no es tan así…y seguí con mi guardapolvo blanco a mi escuela, con la clase preparada.


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