Aveces es más complicado hablar, decir las cosas que mirar a los ojos y dejar que nos entendamos. Se que lo entendés y se que las cosas no serán con dolor, no de ese dolor que atraviesa el alma y se enquista en el corazón, en las moléculas que los estornudos delatan. Tus miradas son el sabor de aquella furia que los vientos dilapidan entre el tiempo inmóvil, son el grito no sagrado que nace de mis células, de mi equívoco y de mi razón... no será poco, seremos estos tres, los tres que desde la madrugada nos escuchaba.
Luna, no somos mas que tres.
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