Otcho nueve.... (interpretacion lunar de texto y sìmbolos)

Lo que nos deja estas vacaciones es la sensación de lo posible. Aquellas vivencias que por deseadas conquistadas, otras que por soñadas realizadas. Andar por allí, lejos de aquí, lejos de lo que por una vez no quisimos tener, a cambio si tuvimos aire, bosque, agua, un cielo inconquistable pero generoso y el incansable poder de nunca acabar y nunca entregados, con un descanso profundo, hinchado de ir tan hondo en las noches sin mañana temprana.

Lechuzas, grillos y viento en las noches sin lluvia, despejadas de una sábana de oscuridad por otra de infinitos puntos brillantes, subir y bajar arenas de una u otra manera, recorrer por lo bajo y por lo alto la calma de un mar sedoso, casi inocente buscando contagio, amistad. Distancias cercanas entre vaivenes de mar, serpenteando imágenes de luz, más luz y la intensidad del color. Sobras que da una fuente de energía con margen para bosques inacabables de árboles mas allá de cualquier interpretación, verbos latentes de un planeta que no parece humeante por acá.

Amigos, nosotros, y mas de ella y yo, que por esta vez nos vestimos de amantes en las profundidades del mar, con un compañero que no podía con su alegría después de tanto camino igual, que por fidelidad nunca se percató que había tanto por correr, correr y no parar de correr, agradecido en sueño, en cada minuto que del día puede, él es Tango, un mundo feliz caminando en cuatro.