sábado, 8 de enero de 2011

Año nuevo

En algún lugar quedan las palabras y el motivo de las mismas, en algún lugar, no lejano, sino mas bien íntimo se materializan los momentos que pasan a veces inadvertidos. Salimos de casa un el 2010, volvimos al año siguiente después de una posta en La Nazarena, noche de estrellas y los irremediables estruendos del festejo dudoso con artificios hechos de pólvora y costumbres efímeras, como tantas cosas que a lo largo del año se superponen una s a otras, una y otra vez. Sin embargo, allá en la corriente del año nuevo, Grace, Pato, sus cosas y nosotros tres decidimos brindar por ente año ya comenzado, agazapados de las malas influencias y por un rato de silencio campestre, del nuestro, del que nos determina proyectar una vida en sus pastos y horizontes.
   Momentos que no serán inadvertidos, serán estos de los nuestros, los que al chocar las copas campanearon un nuevo impulso, comienza con una meta que no habíamos logrado en lo que va de la vida de Luna, dos semanas separados de la cotidianeidad galopante, por otra introspectiva y oxigenante, oceánica.
   Feliz año a todos.
  

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